El cuerpo y el alma están inextricablemente vinculados. El alma vive en el cuerpo y el cuerpo es el templo para el alma. Podríamos decir que es una convivencia armoniosa. Pero ¿qué ocurre cuando viene la enfermedad? La enfermedad rompe la relación entre el cuerpo y el psique. Una situación traumática de alguna manera llama a un cierto síntoma, un evento psíquico (mental) conduce a una perturbación en el cuerpo.
La pareja, el amor, el matrimonio, el amado, la amada, la esposa, el marido, el amante…. Muchas canciones, novelas y tragedias están escritas sobre el amor. “…Vivir sin amor puede ser que sea simple, pero decidme cómo sobrevivir sin amor…” dice una famosa canción. Es una parte importante de nuestra vida y parece que es una de las más vulnerables. Probablemente el mayor sufrimiento que tenemos es por amor. En el amor se sufre tanto, que la mayoría de defensas que construimos en este lugar y nuestra historia de amor serán el reflejo de cómo nos tratamos a nosotros mismos…
La adaptación es una parte fundamental en nuestra vida. La humanidad sobrevivió gracias a su gran capacidad de adaptación. La adaptación nos permite vivir en el mundo con confianza, desarrollándonos con armonía. La primera adaptación empieza en el nacimiento. El bebe empieza su camino de adaptación al mundo y la madre se adapta para las necesidades del bebe. Cuanto mejor pase el bebé este primer periodo, más adaptabilidad tendrá el niño para el mundo y la persona, a su vez, dispondrá de mas confianza y más formas de interactuar con el mundo.
Muchas veces escuchamos que cada uno de nosotros tiene que cumplir su propia misión en la vida, orientarse a alcanzar su verdadera vocación, pero ¿cómo hacerlo? ¿Cómo definir mi misión basada en la comprensión de quién soy en verdad y cuáles son mis verdaderas necesidades, las aspiraciones de mi alma…? ¿Cómo alcanzarlas? ¿Cómo vivir de acuerdo a mi propio verdadero “Yo”?
Lo pensaba ya mucho antes de empezar a escribir este articulo. En mi vida, en las vidas de las personas con quien trabajo o trabajé, hubo momentos de crisis fuertes. Es como un fracaso, del cual no hay salida, es cuando nada te da alegría, cuando no quieres nada, es una muerte, cuando el cuerpo sigue viviendo, cuando tienes muchas personas alrededor pero tu te sientes solo y los demás no entienden qué está pasando, porque es complicado de explicar. Es la noche oscura de alma…En estos periodos mucha gente contacta con psicólogos, otros intentan sobrevivir por su cuenta propia.
A este periodo en la literatura clásica se le ha descrito como: “el segundo nacimiento…, el golpe tormentoso que aparece como un susurro de pasiones nacientes…, el adolescente “es un león que se embarga de las pasiones”…, no es niño y tampoco es adulto.